El dosier del P. Caffarel ha sido llevado a Roma
Último acto de la sesión de cierre de la investigación diocesana sobre la causa del padre Caffarel: Monseñor Éric de Moulins-Beaufort quien presidió esta clausura nombró un portador para que llevara el dosier a la Congregación por las Causas de los Santos, en Roma. Como es la costumbre, el postulador diocesano fue designado para cumplir con esta misión. El juró solemnemente llevar el dosier a Roma, “¡ aún si su vida peligra él debe afrontar las tempestades o el ataque de las brigadas!, según las palabras de Monseñor Éric de Moulins-Beaufort...
Digamos ya que todo salió bien. No hubo tempestad, ni ladrones, ni policías para imponernos una multa. El portador fue acompañado por Marie-Christine Genillon, vice- postuladora y su marido François, secretario de los “Amigos del Padre Caffarel”. Fuimos de Paris a Turín y de Turín a Roma en automóvil cargado de nueve cajas de cartón de nuestro precioso dosier....
Tuvimos la oportunidad (¡poca!) de ver un poco de Roma. Aquí presentamos tres recuerdos importantes.
Primero, el domingo 9 de noviembre fiesta dedicada a la basílica de Latran, la catedral del Papa. Plaza de San Pedro, donde vimos al Papa Francisco recitando e Angelus desde su ventana. Alegría simple y verdadera. Al medio día, la misa con los equipistas de Roma quienes tenían su reunión de sector. Yo les hablé del objetivo y del sentido de nuestra presencia en Roma. Los romanos nos expresaron su emoción. Me parecía que la Iglesia nos esperaba, nos recibía.
Al otro día, 10 de noviembre, 9h30. Estábamos en la Congregación por las Causas de los Santos. El padre Paleri, postulador romano, Marie Christine Genillon, su marido y yo como portador, llegamos con nuestro dosier. El canciller nos acogió muy bien, nos ofreció una silla y, después de solicitar algunas precisiones, escribió un recibo y me lo entregó. Nosotros habíamos dejado las cajas en las escaleras. Después salimos. El fin de ocho años de trabajo.... ¡Eso duró veinte minutos! Una gran simplicidad que nos gustó mucho. Ahora que el Señor vele por la continuidad del trabajo.
Último recuerdo. Inmediatamente después de entregar el dosier, fuimos a la basílica de San Pedro. ¡Indudablemente es magnífica!. Momento importante: hay allí una capilla donde se encuentra expuesto el Santísimo Sacramento. Yo todavía tengo en los ojos esa luz y en el corazón ese momento de intensa oración: Marie-Christine y yo hemos ofrecido al Señor esos ocho años de trabajo. ¡Aquí representábamos a todos aquellos que trabajaron de diferentes maneras por la causa, y también a los testimonios de la vida del padre Caffarel!. Ahí estabais todos vosotros. “los amigos del Padre Caffarel.”¡Acción de gracias! Pero hay algo más importante todavía: nosotros estábamos consientes de la importancia del trabajo que queda por hacer: hablar del padre Caffarel es anunciar la belleza del sacramento del matrimonio y la importancia de la oración. Tenemos un tesoro para compartir. Ese es el objetivo de ese largo camino hacia la canonización.
Paul-Dominique Marcovits, o.p., Portador